La Huella XIV
Epilogo.
Un golpe seco a la tierra y arrastra.
El suelo guardaba todavía humedad. Olía a esperanza.
El pueblo entero estaba movilizado por la buena racha del verano.
Se preparaban para levantarse después de tanto maltrato.
Se preparaban para levantarse después de tanto maltrato.
De a poco.
El monte verdeaba lindo y el alfa asomaba próspera.
Erminda amasaba unas tortillas, mientras Ramoncito se refrescaba en una palangana.
-¡Simón! ¡Dejá eso y vení a tomar unos mates!
La tarde caía magnifica.
Simón se apoyo un rato sobre la azada, para mirar sus colores.
Simón se apoyo un rato sobre la azada, para mirar sus colores.
Ya no abandonaría el lugar.
Giró y camino al encuentro de su familia.
-Ahora sí vieja… ahora si…
1 Comments:
Epa! Qué sorpresa! No esperaba encontrar esto. Muy bueno! felicitaciones!!!!
Post a Comment
<< Home