Thursday, February 12, 2009

La Huella X



Julepe.

La tormenta más fulera de las que se acuerde.
El rancho parecía caerse en cualquier momento.
Desde la ventanita triangular miraba el patio entre un relámpago y otro.
El corazón le daba vuelcos.
Con el Jesús en la boca y el Ramoncito en brazos, caminaba de un lado al otro en la oscuridad. Las aberturas repiqueteaban enloquecidas.
Entre tanto golpe, le pareció distinguir un llamado que ignoró.
Los llamados se volvieron mas insistentes.

¿Será la comadre que se volvió por la tormenta?

Corrió la trabita. El niño se prendió como un gato, escondiendo la cabeza en su cuello.
Un refusilo reveló la silueta del Primo a contraluz y sus piernas no reaccionaron más.
Cayó antarca, con la criatura encima.
Sin poder gritar, lo observo entrar solemne.
Otra vez el tiempo se detuvo.
Caminó hasta el aparador y tomó la virgencita que se hallaba encima, rodeada de estampitas y restos de velas y salió.
La puerta volvió a golpearse una y otra vez.

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