Wednesday, April 16, 2008

La Huella VI




El Despertar.

La madrugada avanzaba.
¿Como detenerlo sin provocar un desastre?
Estaban furiosos pero no eran asesinos. Ellos no. Ninguno.
El faro se acercaba y la bocina comenzaba a sonar. No como la noche anterior en que actuaron con un sigilo roñoso.
De cualquier forma, había que demostrar el repudio que sentían y su determinación de hacer algo al respecto.
El tren pasó más rápido que de costumbre.
Todos corrieron a su lado arrojando escombros, palos y piedras, insultando, exigiendo el coraje de la tripulación, de enfrentarlos.
Los operarios no atinaron a reaccionar, y con mirada avergonzada, continuaron su marcha.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home