La Huella XII
Todavía sin atreverse a salir, se refugiaban adentro sin entender nada de aquella noche.
El agua había cesado, pero algo sucedía cerca, cada vez más.
Ramón no paraba de llorar y Erminda trataba de ser valiente con pocos resultados.
Acercó su cabeza a la ventanita y lo vió cubrir todo de oscuridad, con sus alas enormes que se desplegaban y replegaban en un segundo.
Al borde de la locura, se tiró sobre una silla, para no caer de vuelta, temblorosa.
¡Diosito ayudanos!
Se dirigía hacia el pueblo.
2 Comments:
Eh tío...sorprendente relato el las "huellas", ya quiero saber cómo termina..para cuando la resolución? me gustó mucho, espero que no pares de escribir.
Yo no lo creía pero funciona de verdad!! Envia este mensaje a 10 personas y despues entra a http://www.quien-te-ama.com.ar/ y mira el nombre de la persona que te ama!!!!
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